Manglano Castellary, José Pedro
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10,36 €Un sencillo sacerdote de un pequeñÃsimo pueblo que, sin pretenderlo y sin salir de allà en toda su vida, alcanzó una notable fama en toda Francia.No escribió nada: con dificultad, y con bastantes años, aprendió a leer y a escribir. Llegaron a echarle del seminario por suspender los estudios. Sin embargo, al cabo de los años, personas importantes de toda Francia irÃan a Ars para escuchar su consejo; y el Emperador de Francia le darÃa el prestigioso tÃtulo de Caballero de la Legión de Honor.Toda su fama le vino de su actividad. Lo llamativo es que en su caso toda su actividad la ejerció encerrado en una caja de madera de un metro cuadrado de superficie: su confesionario. El pueblo tuvo que armarse con fondas y pensiones para albergar a tantos penitentes como esperan su turno.Orar con el Cura de Ars: leer, ver cómo es esa alma, ver cómo es la mÃa en situaciones similares, desear cambiar, decÃrselo a Dios, hacer propósitos.