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16,06 €Las espléndidas páginas de Lo que aprendà viviendo no pretenden ser unas memorias al uso. Tampoco un manual de autoayuda. En ellas se reúnen las palabras de una mujer sabia que caminó despacio, pisó fuerte y llegó lejos, sonriendo. «Nadie me hará sentir inferior sin mi consentimiento.»Bastan estas palabras de Eleanor Roosevelt para darse cuenta de que detrás de su sonrisa afable habÃa un espÃritu fuerte y combativo, dispuesto siempre a aprender algo nuevo y a luchar por una causa justa.Cuando escribió Lo que aprendà viviendo corrÃan los años sesenta; Eleanor ya se habÃa retirado de la vida pública y vivÃa rodeada de hijos, nietos y amigos. Quedaban lejos sus años como primera dama de la Casa Blanca, pero aún le sobraba energÃa para contar sus experiencias. No le costó confesar que habÃa sido una chica tÃmida, a menudo ignorante de los temas que se comentaban en las conferencias y banquetes a los que acudÃa con su marido, pero sus ganas de saber y el propósito de no quedarse atrás le ayudaron a seguir adelante.Con el pasar del tiempo también descubrió que nadie se convierte en heroÃna de la noche a la mañana: hay que andar paso a paso y echar una pizca de humor a la vida para descubrir que un problema no es tal si lo tomamos como un reto, que nuestro tiempo es valioso y hay que disfrutarlo, y que podemos encontrar un espacio propio aunque estemos rodeadas de funcionarios, cenando con John Fitzgerald Kennedy o charlando con Frank Sinatra.
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