Este libro propone re mirar las caletas pesqueras con una nueva óptica, centrada en reconocerlas como espacios geográficos, y como lugares habitados por comunidades, que han hecho de ellas sus territorios de trabajo, vinculación y vida. Estos atributos las convierten en algunas de las postales más típicas de nuestro país. Sin embargo, tras esas imágenes se esconden entramados sociales, económicos, culturales y ambientales de alta complejidad y larga data. Desde sus primeras ocupaciones, por pueblos originarios, pasando por las tensiones desarrolladas por las disputas del borde costero por ocupaciones geopolíticas estratégicas, desarrollos industriales extractivistas, grandes infraestructuras de apoyo a la industria y el transporte marítimo, la contaminación derivada de estos usos, etc. En la actualidad las caletas son espacios identitarios y precarizados, históricos y frágiles, densos, cargados de historia, pero con riesgos de mantenerse en el tiempo, si no se realizan acciones de protección a sus valores, que les permitan avanzar en equilibrio para el adecuado desarrollo de sus habitantes y comunidades.
Esperamos aportar a la discusión sobre la necesidad de incorporar a las caletas urbanas a procesos de planificación urbana respetuosa de sus valores y atributos, integradores y protectores de sus paisajes, y articuladores de sus comunidades a las ciudades junto a las que se encuentran.
